Manaos y Presidente Figueiredo en medio del Amazonas

martes, 27 de enero de 2015

Manaos es la capital del estado de Amazonas y tiene entre 1 millón y medio y 1 millón 800 habitantes (según quien te informe). El teatro Amazonas junto con la playa Ponta Negra, donde está el antiguo hotel Tropical, son los puntos más bonitos de la ciudad a nuestro entender. Tuvimos la suerte de llegar para el aniversario de la ciudad y así asistir a la fiesta Boi Manaos, donde la ciudad se divide en dos bandos: el de Caprichoso (exigente en español) y Garantido (confiable). La fiesta se puede observar desde las tribunas o escoger la camiseta de un cantante dentro de alguno de los bandos y salir a bailar. El show tiene una producción de trajes alucinantes y algunos bailes son fáciles de seguir (otros no tanto) y en la pista todos bailan! independientemente del color de la camiseta.

Gracias al aniversario de la ciudad pudimos disfrutar de una oferta cultural variada y muy interesante. Entre otras cosas, fuimos a ver una ópera al teatro Amazonas y asistimos a un show de una banda tributo a Queen que fue excelente en el anfiteatro de Ponta Negra.

En Manaos también inició nuestra carrera de músicos callejeros con los chicos de Zarpeando Latinoamérica ¿alegrando? a los usuarios y empleados de los ómnibus de la ciudad. Fue una experiencia nueva con la que nos divertimos mucho.

Un sitio recomendado para visitar es el museo de la cultura de los pueblos del Amazonas, donde puedes conocer las diferentes costumbres y creencias de los pueblos del Amazonas. Es muy interesante, completo y los empleados son muy amables. La ciudad posee muchos parques con senderos extensos de selva para caminar, el Museo del Amazonas es uno de ellos.

A pocos kilómetros de Manaos se encuentra Presidente Figueiredo, lleno de cascadas, bosque y cuevas. Ahí nos encontramos con Javier y Rosa, que dando una vuelta se quedaron unos meses en ese paraíso selvático. Con ellos y unos deliciosos pescados de la región nos despedimos de ese rincón de selva para adentrarnos en la famosa y temerosa ruta a Venezuela, pasando por la reserva indígena Waimiri Atroari, Boa Vista y atravezando la linea del ecuador para llegar al hemisferio norte. La verdad es que no fue tan temerosa ni complicada como decían pero eso ya lo discutiremos en la entrada referida a los "Mitos del Norte".