Al llegar al pequeño pueblo de Guano, cerca de Riobamba en la región de las sierras, empezamos a ver muchos locales ofreciendo cholas, pero nos llamaba mucho la atención que en cualquier kiosko o almacén ofrecieran este tipo de calzado.

Es que para los argentinos ésto es lo que son las cholas, pero en este pueblo las cholas resultaron ser un panificado originario de este lugar.

Decidimios que teníamos que probarlas, así que al otro día preguntamos dónde había una panadería para comprar algunas para desayunar. Una mujer muy amablemente nos señaló una que estaba a poco más de una cuadra. Con el destino a nuestro favor, esta señora nos marcó el camino a "ricas cholas" que resultó ser el lugar pionero en la elaboración de cholas.

Llegamos, nos instalamos en una mesa y solicitamos 5 cholas para probarlas más un café negro para cada uno. Había que esperar unos cuantos minutos para que comiencen a salir las primeras del día, ningún problema. Al llegar, esperamos que se enfríen un poquito y literalmente las deboramos! Ese pan caliente y el dulce de panela con un toque de canela medio derretido eran un manjar.

Al poco tiempo llegó Mario, el hijo de la fundadora de la panadería y pionera en la elaboración de este pancito relleno cocinado al horno de leña, que se llama chola porque en quechua significa mezcla, y ésta masa es el resultado de una mezcla de distintas harinas, y fue ella quien le enseñó a él la receta y le pidió que siga con la tradición sin defraudarle, y no lo hizo (como dice un artículo del diario de Riobamba que se puede apreciar en sus paredes). El nos llevó a recorrer las instalaciones, pero a la hora de preguntarle por el secreto de esta especialidad nos respondió literalmente, que "antes se corta las manos".

Si pasan cerca de Riobamba, paren después de las 8 o 9 de la mañana y compren algunas al menos para probarlas, van a querer comprar más.

Las cholas.. mmm...

Mario, el heredero

Cocinando las cholas en el horno a leña