Brasil
cambia mucho de norte a sur y suponemos que también de este a oeste, pero todas
comen arroz con feijón, tienen algún lugar para bailar samba o forró, toman
cachaca y les encanta asistir a la puesta del sol, tal es así que hay un
ranking hecho al respecto que habría que indagar.
En Salvador
el lugar elegido era el Farol da Barra, de ahí un efecto óptico hacía parecer
que el sol caía en el mar, algo raro en el Océano Atlántico, pero como el farol
estaba ubicado en la punta de la península parecía que caía en el mar cuando en
realidad caída detrás de la Bahía de todos los Santos.
Joao Pessoa
es famosa por su puesta del sol en la Praia do Jacaré, donde todos los días un
señor sale tocando el bolero de Ravel con su saxo mientras se pasea por el río
en una canoa de bar en bar hasta que el sol desaparezca del otro lado de la
costa y se diluyan los rayos en el agua.
En
Maracaípe, Ana y Carlos no se perdían las puestas del sol en el Pontal, cuando
febo se escondía al final del río.
En
Fortaleza había que ir al puente de los ingleses para ver la mejor puesta del
sol de la ciudad al lado de la playa donde todos los surfistas aprovechaban las
mejores olas.
En
Jericoacoara y en Canoa Quebrada hay una duna que casualmente se llama “dunda
da por do sol”. Jeri está donde la costa de Brasil ya no da más hacia el Este
sino hacia el Norte y eso hace que, desde este lugar que es una pequeña
península que se mete al mar, se pueda ver el sol undiéndose en el mar, aunque
el vapor del agua o vaya a saber qué, formaba una franja que interrumpía el
descenso del sol y lo hacía desaparecer antes que acaricie el agua.
En Belem
había que ver al sol hundiéndose detrás del río. Nosotros lo apreciamos desde
el Mangal das Garzas, un parque público con lagunitas, garzas y otras aves
principalmente, un mirador alto para ver la ciudad y otro para ver el río,
desde este último la puesta del sol se brindaba por completo.
En Tibau do
Sul, cerca de Pipa, la puesta del sol debía asistirse frente al río en una
crepería estratégicamente instalada en el lugar de mejor avistaje.
En los
Lencois Maranhenses había una de las tantas dunas especialmente reservada para ver
este espectáculo natural y el recorrido estaba organizado de manera tal de
encontrarse en este lugar para no perderse el show.
Les dejamos
fotos de las puestas del sol que nos tocó ver para cumplir con este grandioso
ritual y que nos dejó sembrada la pregunta de por qué nunca apreciamos este
espectáculo tan generoso en Argentina, algunos dirán que no son tan
maravillosos… lo dudo, los atardeceres en el campo, en el río deben tener un
gran encanto, de hecho creo que el mejor atardecer o el segundo mejor atardecer
brasilero es en el mismo sertao.
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Salvador, Bahia. Desde la laguna del Parque Pituacu |
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Salvador, Bahia. Desde el Farol da Barra |
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Pontal de Maracaipe, Pernambuco |
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Jericoacoara, Ceará. Desde la Pedra furada. |
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Jericoacoara, Ceará. Desde el faro. |
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Jericoacoara, Ceará. Desde el faro. |
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Joao Pessoa, Paraíba. Praia do Jacaré |
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Joao Pessoa, Paraíba. Praia do Jacaré |
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Lencois Maranhenses, Maranhao. Duna da por do sol. |
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Lencois Maranhenses, Maranhao. Duna da por do sol |
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Tibau do sul, Río Grande do Norte. Desde la crepería da por do sol |
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Pedra do Sal - Parnaíba |
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Camocím, Ceará. |
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Canoa Quebrada, Ceará. Desde la duna da por do sol. |
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Belem, Pará. Desde el mirador del Mangal das Garzas. |
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Belem, Pará. Desde el mirador del Mangal das Garzas. |
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Fortaleza, Ceará. Desde el puente de los ingleses, praia da Iracema |
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Fortaleza, Ceará. |
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Galinhos, Río Grande do Norte. |
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Itaparica, Bahia. |
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Jericoacoara, Ceará. Desde la duna da por do sol. |
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Jericoacoara, Ceará. Desde la duna da por do sol. |