viernes, 7 de noviembre de 2014

Salimos de a 3 hacia el dique de Parnaiba para ver de que se trataba. Excepto un paseo en barco por los brazos del delta no hay nada para hacer ya que la ruta termina literalmente en el río. No hay ninguna playa para disfrutar del río.

Aprovechamos y visitamos la playa Pedra do Sal para contemplar el atardecer haciendo honor a los brasileros. Pasamos la noche en nuestra cadena habitual BR en Tutoia frustrados por no conseguir hielo para el fernet pero eufóricos, estábamos a 1 hora y media de la puerta de los Lencois Maranhenses: Barreirinhas.

Al día siguiente nos enteramos que la ruta que pensábamos hacer era de arena, sólo para buggys, y la alternativa era un camino de tierra no recomendable para autos, así que decidimos alargar 500 km e ir por Urbano Santos, camino de ripio en mejores condiciones, para preservar a la chanchu. Sin embargo, 10 km antes de llegar a nuestro destino comenzamos a sentir un ruido extraño, se habían desaflojado los tornillos que sujetaban el eje de la rueda izquierda. Muy lentamente llegamos al asfalto a la 5 de la tarde, para amargamente percibir que habíamos roto los amortiguadores.

Nos alojamos nuevamente en una cadena BR en Barreirinhas y nos tomamos un fernet para ahogar las penas.

Después de ver que no íbamos a conseguir los repuestos en Barreirinhas y decidir partir al día siguiente sin amortiguadores hacia San Luis fuimos a ver el objetivo de nuestra visita: Los Lencois.

El paisaje es increíblemente mágico, uno de los pocos lugares donde las fotos no engañan. Definitivamente era un destino obligado, nos fuimos a Sao Luis despacito y fuimos a la casa de Joao Marcelo, Lays y Elis. Al día siguiente fuimos a una casa de permacultura recomendada por nuestro amigo Marcos con muy buena onda y energía, donde conocimos otros viajeros.

Sao Luis te atrapa con su cultura, su magia y sus callecitas con historia. El centro histórico es un hermoso milagro. Hermoso por la arquitectura e historia de sus casas y milagro devido al excaso mantenimiento. Definitivamente merece su título de patrimonio cultural de la humanidad. Además al ser una península con el mar mezclándose en el río la atraviezan varios puentes donde el paisaje depende de la marea que varía hasta 9 metros de profundidad.

Nos enamoramos del centro histórico y su oferta cultural, no hay que dejar de ir al museo de la cultura popular (con visita guiada gratuita), una fiesta de reggae, donde se baila pegadito, y una fiesta de tambor criola, donde las mujeres danzan alrededor de los tambores con sus polleras semejante a una ronda de capoeira.

Lo único feo de esta ciudad tan linda es que la mayoría de las playas no están habilitadas para baño debido a los desagues que arrojan al mar. Lamentablemente esto se repite sistemáticamente en la mayoría de las ciudades del noreste.

Delta de Parnaíba

Atardecer en la Pedra do Sal

Los tres en Lencois Maranhenses



Sao Luis, capital de Maranhao

Museo de la cultura popular - Fiesta del Espíritu Santo en Alcántara



Sao Luis y sus playas
La casa de permacultura en Sao Luis
Sao Luis y sus bellos edificios

Joao Marcelo, su familia, Scooby y Luna

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