viernes, 24 de octubre de 2014

Sao Miguel do Gostoso fue una recomendación de nuestro amigo Víctor. Todo el mundo hablaba del viento y que era un lugar ideal para el kite-surf… y efectivamente así era. Nos recibió una playa desierta y mucho más amplia de las que estábamos acostumbrados. Estacionamos la chanchi y en medio de esa desolación, una bocina… una familia de suizos que habíamos conocido en Pipa y que el día anterior, antes de dejar Natal, le habíamos pasado información de qué visitar en la Mesopotamia argenta. Lo raro fue que ellos nos reconocieron cuando sólo habíamos cruzado escasas palabras en la playa.


Sao Miguel es un lugar hermoso para hacer kite surf o wind surf, pero no para estar tirado panza arriba en la arena, excepto que quieras ser una milanesa humana a los 15 minutos o experimentar la acupuntura de la arena. Las playas son amplias, el pueblo es muy tranquilo, todavía el turismo no lo invadió demasiado.
En Sao Miguel do Gostoso conocimos otro italiano “fora do sistema”, Leonardo, con el que compartimos algunas charlas y seguramente no volvamos a ver ni sabrá que está mencionado en este blog.

Terminamos quedándonos solo dos noches en este tan lindo y desértico pueblito, al otro día retomamos el camino rodeado de molinos de viento hasta Galinhos, una recomendación de Marilene, una isla también del litoral norte de Río Grande do Norte a la que se llega en balsa por el río dejando el auto en un estacionamiento de la municipalidad de este lado de la costa. La ciudad de la isla fue más grande de lo que imaginábamos (aunque sigue siendo bien chica) y donde todos se trasladan en buggie o a caballo.

Pasamos esa tarde caminando hasta el faro por la playa y volvimos para cruzar por balsa y pasar la noche en el estacionamiento, el cual de día parecía desierto, pero a la noche los pescadores ser reunieron en un carribar a jugar cartas y beber cachaca y cervezas, con música y todo. Con un par de cervecitas al lado del río, le rendimos homenaje a Marilene y las tardecitas en Natal.

Tips para viajeros:

Al lado de uno de los estacionamientos frente a la playa en Sao Miguel do Gostoso, en un acceso donde hay una linda crepería con nombre francés que no recordamos hay un quincho que pertenece a un restaurante que sólo abre de día. Tiene luz, enchufe, ideal para hacer campamento. Hay vigilantes de la municipalidad y de las posadas, y redes de wi fi disponibles.

Hay una balsa para cruzar a Galinhos gratis que pertenece a la Municipalidad, sólo hay que preguntar los horarios y esperar un poco.


Llegamos a Sao Miguel!
Nuestro campamento en Sao Miguel

Nuestro primer cuzcus, con salchichas y cebollas

Amaneciendo en Sao Miguel

Metele kite-surf

Llenándose de arena en Sao Miguel

Energía eólica en Sao Miguel do Gostoso

 
Campamento en Sao Miguel
 
Chau Sao Miguel!

Listos para ir a Galinhos

El transporte principal de Galinhos

El living de la playa de Galinhos

Caballitos en la playa de Galinhos

Por do Sol en Galinhos con barcos y molinos de viento


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