lunes, 27 de octubre de 2014
(Por Mauro). La playa de
Boa Viagem en Recife, es reconocida como un lugar donde se avistan tiburones.
Planteado así, resulta curioso pero nada de otro mundo. Ahora, si les digo que
parece que en este lugar cada dos por tres uno de estos pecesitos se morfa a un
paisano o parte de él la cosa cambia.
Tengo
entendido que los tiburones no atacan a los humanos, que solo lo hacen por
confundirlos con algún pez, pero parece que Steven Spielberg se basó en
Pernambuco para su film.
En Boa
Viagem existía un ecosistema de manguezal muy importante donde una de sus
principales funciones era alimentar a los tiburones, estos lindos bichos se
acercaban hambrientos hasta el mangue para comer los peces que éste les proveía
y después se iban tranquilos satisfechos a retomar su rumbo. Pero hace un
tiempo se decidió hacer un puerto muy importante para la economía de la región
y como consecuencia se llevaron puesto este mangue. Entonces, los pobres
tiburones, que al parecer son animales de costumbre, siguen yendo a buscar su
alimento con todo entusiasmo a su comedor comunitario, pero al llegar ahí
resulta que la cocina ni siquiera está, entonces famélicos hacen lo que el
gordo Porcel en “los caballeros de la cama redonda”: ven algo que se mueve y
zack! Así cada tanto se morfan una personita que haciendo oídos sordos a los
carteles que advierten de la presencia de tiburones calma los efectos del calor
bañándose en esta playa.
Nuestro
paso por Recife fue muy fugaz y no podimos conocer esta tan famosa playa, pero
vale el comentario para los que viajen y sientan curiosidad por ser
mordisqueado por un tiburón o saber si esas señales son uno de esos bluffs que
prefieren exagerar antes de tener que renegar de una vez cada un millón.
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| Praia de Boa Viagem, Recife |
