lunes, 27 de octubre de 2014
Todos
conocemos las castañas de cajú y sabemos que son deliciosas, pero muchos
ignoramos o ignorábamos de dónde vienen.
El cajú es
una fruta de color rojizo o amarilla muy abundante en Brasil, tiene una textura
muy fibrosa, bastante jugo y un sabor muy típico y algo dulce. Sin embargo, lo
que nos compete es lo que lleva como sombrero, su castaña. Al ver la fruta, uno
aprecia que sobre ella hay algo en forma de “C”, precisamente es la castaña que
está recubierta de una cáscara.
El proceso
para extraerla, cocinarla y dejarla a punto para comerla como se conoce, es muy
engorroso ya que cada fruta trae una sola castaña y estas deben asarse en una
olla con agujeros o bien una parrilla para extraerle el aceite que tiene, de
color negro, muy pegajoso y fuerte para luego quebrar una por una sus cáscaras
y finalmente extraer el fruto de la castaña que por lo general se tuesta antes
de comerse.
Nosotros las hemos visto tostadas simplemente, saladas o sin salar, hechas praliné o cubiertas con cacao u algún otro saborizante.
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| Castañas tostadas |
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| Castañas versión praliné |
