Llegamos a
Praia do Francés por recomendación de Givaldo, a quien conocimos en Mangue
Seco, él nos habló de esta playa cerca de Maceió donde tenía un primo con un
restaurante. No sabíamos dónde estacionar, dónde dormir, dónde tomar una ducha,
dónde conseguir un baño, etc… somos nuevos en esto aún, entonces empezamos a
preguntar, el pueblo parecía muy tranquilo y en eso vimos la playa, estábamos
en un paraíso, el agua era realmente verde cristalina y con un gran coqueral en
el fondo. En la calle que da al mar nos dijeron que es seguro quedarse,
principalmente frente a una posada que tiene seguridad las 24 horas y buena
iluminación, un tema solucionado!
Mientras
preguntábamos por nuestro contacto en los distintos lugares, Mirta nos ofreció
trabajar el fin de semana en su resturante, el “Frangolino do francés”, pero no
conocía el “Self service Primavera” del primo de Givaldo; el chico de la
heladería tampoco, pero nos ofreció Internet para investigar un poco el tema.
Ahí conocimos a su prometida y entre una cosa y otra, nos comentaron que frente
a su casa también se podía estacionar tranquilos y más tarde también nos
ofrecieron su baño para ducharnos y demás cosas.
Lo único
que no encontrábamos era a nuestro contacto, pero teníamos lo esencial para
pasar una o dos noches que era lo que teníamos planeado. Después de unos días,
Eros y Aretha nos ofrecieron pasar a su casa y dormir en un cuarto que tienen
libre, ya teníamos dos amigos nuevos (tres, si contamos a Megha, su perra).
Eros
intercambiaba los horarios de la heladería donde trabaja, a veces de 10 a 17
hs, a veces de 17 a 22 hs, así que empezamos a planear un poco en función de
sus horarios. Un día fuimos a la noche a Maceió que está a unos 20 kms a conocer la orla (costanera), otro día a
conocer Lago Azul, un río super cristalino donde hicieron una piscina y un
complejo donde hicimos choripanes, si! Otro día fuimos a conocer Barra de Sao
Miguel, un pueblo cercano que tiene como atractivos una laguna que se mezcla
con el mar, donde la marea suele ser baja y deja ver una gran extensión de
arena con muchísimos cangrejos y animalitos de ese estilo en la arena, se llama
Praia das Conchas y está claro por qué, con solo hundir la mano en la arena
bajo el agua uno extrae decenas de ostras vivas, pero para llegar al mar
propiamente dicho con marea baja, hay que caminar unos cuantos cientos de
metros. La otra playa se llama Barramar, y está rodeada de casas particulares y
algún hotel o posada. Tiene algunas “barracas” en la costa para tomar y comer
algo, y su particularidad es una barrera de coral que la protege por completo
de las grandes olas, haciendo una piscina gigante de agua salada. Desde barra
de Sao Miguel se puede tomar un barco para ir a Praia da Gunga, es una de las
más conocidas de la zona, aunque no la fuimos a conocer.
Las comidas
eran un tema fundamental y la cocina de los chicos fue un laboratorio por donde
pasaron desde beijús, pizzas, focaccias, risottos, macaxeiras, distintos tipos
de pastas y salsas, tortas de zanahoria con brigadeiro, parmiggiana y por poco
no pasaron unas ostras cultivadas en Barra de Sao Miguel, mucha comida
italiana, claro está.
A la playa
tratábamos de ir todos los días, por suerte sólo llovieron los primeros dos o
tres días así que eso no fue un problema y estábamos a escasos 20 metros del
mar, de hecho se ve desde la casa a través del coqueral y hasta probamos, por
primera vez, a hacer surf, aunque con un éxito nulo.
A través de
Eros y Aretha conocimos a un grupo de italianos que también viven acá y
compartimos unas cuantas cenas con cerveza y fernet con coca junto a Isabelli,
Alessio y Filippo. Isabelli fue la responsable de cortarle el pelo a Carla
(cap+itulo aparte).
Praia do
Francés nos resultó mágico, el paisaje es un paraíso, su playa tiene una
barrera de coral que la cubre casi por completo, lo que genera una piscina del
lado protegido y muchas olas del lado descubierto, donde muchos van a hacer
surf. El tema es que las olas son bastante fuertes, no altas, pero potentes y
con muchas corrientes, lo cual la hace un poco peligrosa para los que desoyen
las órdenes de los bañeros. Pensábamos quedarnos 2 días, nos quedamos 2 semanas
y con ganas de más.
Ah!
Entendimos mal, el primo de Givaldo en realidad estaba en Maceió… a veces las
equivocaciones salen bien.
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Corriente peligrosa en Praia do Francés |
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Macaxeira (mandioca) frita |
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Nuestro cultivo de ostras en Barra do Sao Miguel |
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Alquiler de tablas de surf en Francés |
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Cena en lo de Belli y Alessio, deliciosas pastas italianas |
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Carla, Belli y Aretha |
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Lago Azul |
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Megha! |
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Choripanes en Lago Azul |
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Barra de Sao Miguel, Praia das conchas |
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Praia das conchas con marea baja |
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El primer calzone de Eros |
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ehhh..... surfeando? |