Ya antes de salir se escuchaban comentarios de que la copa del mundo en nuestro país vecino no iba a estar rodeada de samba, danza y alegría como se la imaginaba cuando se lo había designado país sede. De hecho, la publicidad de Brasil había comenzado a deteriorarse un poco llegando la hora de la inauguración del gran evento del año.
Al llegar a Sao Paulo ya ese ambiente no tan festivo se podía notar, es más, cuando salimos de la ciudad comenzó una huelga de subte que duró 10 días, hecho que influye muchísimo en la movilidad de los paulistas.
Rumbeamos a Salvador con la esperanza de que el clima sea mejor, y así fue. La cultura bahiana es más relajada, y si bien se notaba también cierto descontento, la fiesta estaba presente. Obviamente que en el ambiente que nos rodeamos dentro del estadio no había clima anti mundialista. Con la inauguración del mundial hubo manifestaciones, de conocimiento público, en particular en las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro. Salvador no fue la excepción, pero no fueron protestas tan masivas.
La impresión que nos dejó el mundial vivido en Brasil fue que el país no está tan bien como se vendió estos últimos años en el exterior, aún hay mucha desigualdad social, falta de educación y problemas de inseguridad. Mucha gente sostiene que se dejó de invertir en educación y salud por causa de la copa del mundo y no quieren que el gobierno actual continúe en las próximas elecciones, que son en octubre de este año. También muchos opinan que la elección de Dilma dependía en gran medida de ganar el mundial, y algunos están contentos con la derrota de Brasil porque es una oportunidad para que el pueblo brasilero esté más crítico frente a la realidad.
Respecto a la rivalidad futbolistica Argentina - Brasil, la vivimos desde que pisamos suelo brasilero. Muchos hinchaban contra Argentina, y estaban mas pendientes de Argentina de lo que nosotros estamos de ellos, a nuestra opinión. Si bien en la final se encontraba algún brasilero con la camiseta de Argentina, por ejemplo nuestra amiga Ciranda, la mayoría prefería alentar a Alemania, que los avergonzó con un 7 a 1, sólo para que Argentina no sea campeón del mundo en el Maracaná. Para desgracia nuestra no lo fue, y así Europa anota una copa más. Mauro dice que el fútbol es así y que, probablemente, en un mundial en Argentina hubiese pasado algo similar, aunque para el los mundiales terminan cuando no está más Argentina y nunca hincharía por otro equipo excepto que ese resultado le de una ventaja directa a su equipo, ejemplo: salvarse de un descenso o clasificar a algo. Ojo! Hinchamos por Colombia por Dani y Julián, y por México por Abel y Lucía.
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Leyendas como estas aparecían en repetidas oportunidades |
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También había pintadas con "no vai a ter copa", pero no llegamos a fotografiarla |
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Ciranda torcendo pra Argentina campeao! |