miércoles, 19 de agosto de 2015

La primera noche en Perú dormimos en Zorritos. Llegamos a tiempo para contemplar el atardecer y caminar por la playa. Nos recomendaron un pan particular, pan de piso, de una panadería en el pueblo y allá fuimos! ya que el horario del pan fresco era a las 7 de la tarde y a la mañana temprano quizás no se conseguía. Luego a la noche pudimos divisar todas las estaciones petroleras en el mar a lo largo de la costa con sus fuegos encendidos, nunca habíamos visto tantas juntas y tan cerca. Mientras pasaron los días percibimos que el petróleo en la costa peruana es una constante a lo largo de la ruta.

Seguimos bajando por la costa para llegar a Punta Sal, da la sensación de vecindario privado ya que te piden tu dni y registran tu entrada. Es una playa muy linda y el agua continúa bastante cálida pasamos el día y nos fuimos a Máncora donde nos estaba esperando Yola.

Máncora no hubiera sido lo mismo sin la Casa de Yola, ahí pasamos unos días con Yola y Caro. Yola es una limeña que se fue a vivir a Máncora ya hace unos años con el objetivo de brindar un refugio para los viajeros y definitivamente lo logró. Su casa es como un oasis en la ruta desierta del Perú, su afecto es como el de una madre y se brinda y te ayuda en todo lo que puede. Desde el comienzo nos maravilló su espíritu, y como siempre, la buena energía atrae buenas personas, así pudimos compartir tiempo con Caro, una uruguaya que estaba parando en la casa hacía ya un tiempo. Caro estaba viajando ya mas de año y medio en su traffic, promoviendo una campaña contra el cáncer de mama, su próximo destino era Colombia y se la llevaba a Yola de compañía unos kilómetros. Caro y Yola fueron la razón por la que nos quedamos unos días en Máncora, ya que esta playa en sí no nos deslumbró, todo lo contrario, nos decepcionó un poco. El agua ya no era tan cálida, ni tan transparente, el pueblo no era demasiado pintorezco, nos sorprendió que sea uno de los destinos más solicitados en Perú. Con Caro y Yola compartimos comidas típicas, vimos películas, fuimos a la playa, aprendimos a hacer saumerios y Mauro hasta ligó masajes. Fue una de las experiencias que más nos nutrieron en nuestro recorrido.

Ñuro está bien cerquita de Máncora y es una playa que se caracteriza por tener tortugas muy cerquita de la costa, tan cerquita que podes nadar con ellas. Hay un muelle al que entras por muy pocos soles donde una mujer las alimenta entonces las encontrás seguro. Con la entrada en teoría se ayuda a la preservación de la especie y del lugar. Sin embargo si sos un poco corajudo es muy fácil nadar desde la orilla, ya que no está tan lejos. La playa de Ñuro es desolada, pintorezca y el agua es transparente, sólo que no hay mucho más que arena, tortugas y mar.

Lobitos fue nuestra última playa antes de llegar a Lima. Llegamos por recomendación de los primos surfistas y la verdad que nos gustó mucho. El acceso no es sencillo, tenes que pasar por un desierto rodeado de máquinas petroleras con camino de ripio, aproximadamente 11 km, y no muy señalizado. En Lobitos nos encontramos con Johann Y Cati dos argentinos que habían comprado una casa rodante en EEUU y bajaban buscanco principalmente olas para surfear. Por esa razón estaban en Lobitos, ya que el pronóstico anunciaba muy buenas olas en un par de días. Nosotros disfrutamos de un fin de semana con ellos y seguimos viaje.

Atardecer en Zorritos

Aprendiendo a hacer saumerios con Caro

Desayunando en la Casa de Yola

Unos buenso masajes nunca vienen mal

Nosotros también nos sumamos a la lucha contra el cáncer de mama

Nadando con tortugas en Ñuro

Atardecer en Lobitos

Con Johann y Cati


Dejanos tu comentario!

Suscribite a los posts | Suscribite a los comentarios

Lo recorrido por ahora

Lo más visto

Traducir

Con tecnología de Blogger.

- Copyright © Odisea 2014: viaje sin rumbo -Metrominimalist

Powered by Blogger - Designed by Johanes Djogan -