jueves, 19 de marzo de 2015


En Argentina los carnavales son unas fiestas que están tratando de recuperarse, si bien es cierto que hay algunos pueblos y ciudades que tienen sus tradiciones, no es un espíritu que se viva con un entusiasmo más grande que el de saber que se avecina un fin de semana largo. En cambio los ecuatorianos esperan estas fechas para celebrar de verdad.

Siempre que podíamos sacar el tema con algún local preguntábamos dónde se vivían los carnavales más típicos de su país, y las respuestas fueron formando un patrón: todo el país se preparaba para esta celebración, la costa, las sierras y la selva; sin embargo, había una coincidencia en que Ambato mantenía una tradición en la bendición de las frutas, las flores y el pan y que en Guaranda se festejaba “a lo salvaje”, con espuma, agua, huevos y harina.

Desde Baños nos fuimos a Ambato, al primer día del carnaval, donde se comenzaba con la bendición de flores, frutas y pan, que son productos que distinguen a esta ciudad, ritual que se lleva a cabo en la catedral con una escenografía temática-religiosa realizada íntegramente con estos bienes, una peculiar obra de arte. Frente a la catedral, en la plaza, se congregaban distintos puestos de venta y gente dispuesta a bailar con quien se le cruce. En un salón lindante, se exponían distintas figuras realizadas con flores, un lindo paseo, pero nada de espuma y bombuchas.

En el ir y venir en estos lugares, nos cruzamos con un grupo heterogéneo formado por una italiana, un par de ecuatorianos y algunas francesas… charlamos un rato y quedamos en vernos al otro día en Guaranda.

Después del recorrido, salimos con rumbo a Guanujo, un pequeño pueblo a escasos kilómetros de Guaranda que nos había recomendado la familia marroquí para pasar esa noche y prepararnos para el carnaval “salvaje”. Aquí conocimos a una mujer divina que nos enseño la iglesia, nos invitó a tomar un café a su casa y hasta nos prestó su ducha!

Nos levantamos temprano y nos fuimos a buscar la guerra de espuma, agua, harina y huevos. Llegamos, nos pusimos los ponchos a modo de escudo y nos instalamos en la base de un monumento por donde iba a pasar el desfile, estábamos más o menos a mitad de camino. Después de un buen rato, comenzó el defile de reinas, comparsas y carrozas de un modo más sencillo de lo que habíamos visto en Pasto, pero no por eso menos interesante. Conocimos una familia de guarandeses que nos explicaron que el nuevo alcalde había prohibido el uso de espumas y demás elementos para la batalla y que había bajado mucho el nivel general del carnaval este año, sin embargo algunos focos se produjeron igual pese a la contravención y los desfiles tuvieron su nota de color, y como castigo o justicia divina, una lluvia de granizo de esas que duelen cuando pegan comenzó a caer sin piedad sobre la humanidad de quien se prestara a los carnavales, incluso los protagonistas, quienes en ningún momento siquiera aminoraron su paso y donde nuestros ponchos sirvieron como defensa, no para lo que fueron pensados sino para lo que fueron planeados originalmente.

No sabemos si este año el nivel del carnaval fue menor que otros años, al parecer la guerra años anteriores era realmente salvaje y este año solo se mostró en cuotas.

Caminamos un poco más en busca de algún rostro conocido y nada… la concurrencia era muy grande y decidimos regresar en busca de la Chancha.

No sabíamos dónde ir o qué hacer y decidimos ir a un lugar que nos habían mencionado: Salinas de Guaranda. Un pequeño pueblito en la montaña ejemplo de cooperativismo donde hacían quesos y chocolates excelentes. Más tarde nos contaron un poco más de su historia, y resulta que un padre salesiano llegó al pueblo hace unas décadas y organizó a las comunidades locales en cooperativas y les enseñó a producir distintos bienes basándose en sus conocimientos, de a poco incorporaron algunas máquinas y el pueblo se fue desarrollando y vendiendo sus productos a todo el Ecuador y el Mundo. El padre aún vive en Guaranda y tuvimos la oportunidad casi como acto de cholulismo.

Pero sigamos con la cronología. Llegamos a la plaza central y… nos encontramos con la familia marroquí en su motorhome y mientras caía la noche vimos los preparativos para el desfile de carnaval del día siguiente que no nos esperábamos. Dormimos frente a la plaza misma, nos levantamos temprano, fuimos a ver su fábrica de quesos artesanales de muuuuuuy buena calidad y la de chocolate (que solo atendía para la venta porque su personal estaba enfocado en el desfile que tendría que hacer). Al regresar empezamos a cruzar las primeras carrozas que representaban a las fábricas locales ya  las comunidades de la región, exhibiendo sus productos, sus costumbres y tradiciones.

El nivel en cuanto a preparación e inversión era muy inferior a lo que decían sobre Ambato y lo que vimos en Guaranda, sin embargo fue lo que más nos gustó por su simplicidad y esencia, es que la gente que desfilaba lo hacía con entusiasmo, con pertenencia y era fácil apreciar cómo lo estaba disfrutando. Carla se sumó a bailar en una de las comparsas hasta el final del recorrido: la plaza central. Ahí se llevó a cabo una demostración y concurso de bailes típicos y la sucesión de bandas de cumbia y otros ritmos locales.

La sorpresa fue que, al esperar probar las papas hervidas y la leche huevona, nos pareció ver algunos rostros familiares, nada más y nada menos que la banda de Ambato! Principalmente con Paolo, José, Tanja, Alicia y Jimena, compartimos el resto del día, vimos los bailes, bailamos un poco en la plaza al ritmo de lo que sonaba y finalmente terminamos en su hostel tocando la guitarra y cantando canciones algunas más improvisadas que otras, mientras, la fiesta en la plaza seguía y seguía.

Finalmente nos fuimos a dormir cuando solo quedaba algún que otro rezagado en la calle con el plan de encontrarnos con toda la banda en el hostel para desayunar juntos y despedirnos, y así fue. Tal vez no haya sido mucho el tiempo que compartimos, pero lo disfrutamos de tal manera que al menos para nosotros fue estar entre verdaderos amigos.

Los panificados de Ambato son muy reconocidos en todo Ecuador. En la plaza central se exhibían y vendían de todo tipo, en primer plano: empanadas de quinoa

La imagen alegórica de los carnavales decorando el frente de la Catedral donde se realizó la bendición de las flores, los panes y las frutas, todo hecho con estos materiales.

Un sapo de flores


Carnavales en Guaranda!

Desfile en Guaranda

Desfile en Guaranda

Carnaval salvaje

Carnaval salvaje

El desfile en Salinas de Guaranda

Las reinas del carnaval de Salinas de Guaranda





La banda con la Chancha

En el hostel con toda la banda improbisando canciones

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