La Gran Sabana es una región de Venezuela donde se encuentra el Parque Nacional Canaima que preserva en líneas generales una gran parte de los tepuy (“cerro” en idioma indígena local pemón) que allí se encuentran entre otras tantas bellezas naturales. Reconocerlos es muy fácil, ya que son cerros que terminan en paredones de cientos de metros y una cúspide amesetada.

Según las teorías de la creación de los continentes, esta es una de las tierras más antiguas del Mundo; cuando todo este continente era un solo gran océano, estas eran las únicas tierras que emergían de él, luego con el transcurso de millones de años, los diferentes movimientos tectónicos formaron el continente tal cual lo conocemos hoy. A esto se le debe la riqueza mineral de estas tierras, donde uno encuentra desde diamantes y oro hasta cuarzo y piedras de todos los tamaños y colores, supuestamente, no deberían explotarse.

Su gran riqueza de ríos y manantiales forman un paisaje único predominado por montañas suaves, precipicios, suelos rocosos, una flora árida, selvas, cascadas por doquier, comunidades indígenas a cada paso y con el toque de los impresionantes tepuy de fondo y una energía general que se torna palpable. Es muy difícil explicarlo con palabras, esperemos que las fotos ayuden un poco.

Para recorrer el parque lo mejor es transitar por la ruta que ingresa a Venezuela por Brasil y bajar lentamente parando en todos los paradores que están a su costado, los cuales albergan ríos, cascadas y quebradas una más deslumbrante que la otra. Nosotros conocimos muchos de estos campamentos bajando la ruta, en todos parábamos un par de horas, disfrutábamos del paisaje, del agua y al acercarse la noche parábamos en alguno de éstos para montar nuestro campamento, cocinar al fuego de la leña y dormir en la camio.

Algunos de los parates que recomendamos son los siguientes:

-         La ventana al cielo: cascada de más de 30 metros de alto que te sorprende al aparecer de la nada. Para llegar hay que entrar en Aguas Frías y hacer una caminata de unos 30 minutos.

-          La quebrada Jaspe: una cascada no tan alta, aunque más o menos ancha, pero con la particularidad de estar formada por piedra jaspe de color rojizo similar a un mármol.

-          La quebrada Pacheco: una cascada de gran altura que se logra apreciar desde la misma ruta.

-          La cascada : una impresionante cascada de gran altura y tamaño que sorprende por poder vivirla tan de cerca.

-          La cueva del tigre: una cueva donde antiguamente vivían tigres (que suponemos que son los jaguares ya que tigres en América suena raro) y ahora la habitan algunos murciélagos, donde se puede ingresar y recorrer un poco. Más allá hay unas cascaditas y pozos de agua ideales para pasar un día.

Más allá del recorrido por la ruta, que es hermoso por el simple hecho de transitarlo, no es posible dejar de conocer el Monte Roraima (tal vez el tepuy más conocido) y el Paují, este último no pudimos conocerlo por cuestiones climáticas, pero hablan tan bien de la magia que se siente que recomendamos conocerlo y después contarnos.